Hay noticias que hacen que creamos firmemente que la utopía es posible. Este verano la kultur etxea de Turtzioz, en Vizcaya, está llevando a cabo una peculiar campaña de animación a la lectura. Dicha casa de la cultura ha depositado diversas cajas con libros en el ayuntamiento, la carnicería, el ambulatorio, la piscina municipal, el hotel rural y algunos bares, convirtiendo estos lugares en bibliotecas estivales. De esta forma, ya que vas a la carnicería a comprar chuletas, ves los libros que tienen y te llevas en préstamo el que te apetece leer. Después, una vez leído, sólo tienes que depositarlo en la caja de donde lo tomaste. La iniciativa no es nueva. Se conocen experiencias similares en otras localidades vascas, así como en Brasil y otros países. En el País Vasco se desarrolla un plan de fomento y animación a la lectura, en el que junto a los objetivos obvios como la mejora de las competencias de lectura y escritura de las ciudadanas y ciudadanos, la mejor...
El blog de Manolo Gil