Paisaje nevado con trampa de pájaros. Peter Brueghel el Joven (1564 – 1638). Museo del Prado
Hasta el próximo 2 diciembre podremos disfrutar en Centre del Carme, en Valencia, de la estupenda exposición itinerante Rubens, Brueghel, Lorena. El paisaje nórdico en el Prado. Coorganizada por el Museo del Prado, la Obra Social "la Caixa” y el Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana, la muestra presenta un interesante recorrido a través de cuarenta y tres pinturas de los más importantes maestros del género que se conservan en la principal pinacoteca de nuestro país.
Comisariada por Teresa Posada Kubissa, Conservadora de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte (hasta 1700) del Museo del Prado, la exposición se estructura en nueve secciones o tipologías del paisaje que se desarrollaron en Flandes y Holanda durante el siglo XVII. Así descubrimos representaciones de la montaña, el bosque, la vida en el campo, el jardín, el paisaje de hielo y nieve, el paisaje del agua, los paisajes exóticos, Rubens y la pintura italiana. Entre las obras maestras que podemos contemplar destacan La vida campesina, La Abundancia y los Cuatro Elementos y Boda campestre de Jan Brueghel el Viejo, además de La visión de san Huberto que pintó en colaboración con Rubens o Mercado y lavadero en Flandes en colaboración con Joos de Momper el Joven; Paisaje alpino de Tobias Verhaecht, uno de los maestros de Rubens; Paisaje con gitanos y Tiro con arco de David Teniers o Bosque de Simon de Vlieger y Asedio de Aire-sur-a-Lys de Peeter Snayers. También hay que mencionar los paisajes de invierno y nórdicos como El puerto de Ámsterdam en invierno, de Hendrick Jacobsz o Paisaje con patinadores, del ya mencionado maestro del género Joos de Momper el Joven. La exposición concluye con algunos cuadros encargados por el rey Felipe IV a Claudio de Lorena y Jan Both, los pintores nórdicos que iniciaron en Roma el llamado “paisaje italianizatente”.
En la Edad Moderna, los italianos denominaron “nórdicos” a los pintores de más allá de los Alpes, principalmente de los Países Bajos. El contexto cultural en el que vivieron estos artistas y la demanda de los coleccionistas de la zona hizo que durante el siglo XVII se apartaran de los temas heróicos de la pintura de historia y representaran temas más cotidianos, constituyendo así lo que se ha venido en llamar pintura de género, además otros temas como el bodegón y el paisaje. Este último se convirtió en un género independiente al pasar el asunto representado a ocupar un segundo término y cobrar importancia la representación fidedigna de la naturaleza.
Imagino que de manera fortuita y casual, esta exposición ha coincidido durante unos días con estupenda retrospectiva dedicada al pintor valenciano Francisco Lozano con motivo del centenario de su nacimiento. Lozano fue un pintor fundamental, capaz de renovar la visión del paisaje español en el siglo XX bajo las premisas de la modernidad y la poesía. Una obra indispensable en la que el paisaje mediterráneo resulta desgarradoramente conmovedor.
No os la perdáis.
Publicado en 360gradospress el 19.01.2012
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