Releyendo Vies minuscules, de Pierre Michon. Novela de biógrafo biografiado o autobriografía hecha a partir de la reconstrucción de las vidas ajenas. Novela de novela. Un francés que parace orteguiano. Una cita: allí escribe las mil novelas de las que está hecho el porvenir y que el porvenir deshace. Nuestra vida cobra sentido en las vidas de los otros y viceversa. Ser y parecer; sentido y memoria. Recuerdo. La consabida magdalena de Proust hecha vida. Tal vez el día que es trae esta reflexión: Nochebuena.
Estos días he leído una serie de artículos relacionados con la Generación del 14 , cosas de los centenarios. Dicha generación se movió en un contexto histórico que podría guardar ciertas similitudes con el actual, no lo niego, pero hasta ahora, al menos que yo sepa y en nuestro país, no ha aparecido ningún Ortega y Gasset capaz de aplicar sus conocimientos filosóficos a la búsqueda de soluciones. La corrupción todo lo impregna, los políticos están desprestigiados, la falta de recursos, la pobreza, el desconcierto, el desánimo y el pesimismo de la población campan a sus anchas, mientras las actitudes populistas, xenófobas y fascistas proliferan. ¿Dónde están los intelectuales? ¿Dónde está el debate intelectual en la sociedad? ¿Dónde está la sociedad civil? ¿Dónde está el compromiso para cambiar las cosas? Voceros no faltan en los medios de comunicación y en las redes sociales, pero faltan los intelectuales. El concepto orteguiano del hombre masa está vigente y tardará en supera
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