Leo en un magazine un artículo sobre escritoras que colaboraron con prestigiosas revistas de moda. El artículo no está mal, aunque el editor o la editora le ha encasquetado un morrocotudo título sexista : Talentos literarios en femenino: de las revistas a los libros. Y se ha quedado tan a gusto.
Entre las autoras citadas aparece Dorothy Parker. Un día después vuelvo a encontrarme con el nombre de la escritora norteamericana en la reseña de un poemario suyo que se acaba de publicar en castellano. La mención también es escueta y en ningún momento se habla de su compromiso político ni de su relación con España. Se citan su incisivo humor, sus cuentos y la famosa tertulia que presidía en el hotel Algonquin de Nueva York, y se obvian su paso por España en 1937, en plena Guerra Civil, y su vinvulación al bando republicano. Una experiencia vital que le marcó de por vida y que, como ella misma comentó ácidamente, le "quitó el sentido del humor". La Guerra Civil Española le hizo abandonar la crítica de la vida frívola de Nueva York para hablar insistentemente de la desigualdad social, algo que molestó a sus editores.
En aquel viaje visitó Valencia, y en esta ciudad ambientó algunos de sus cuentos , entre ellos el memorable Soldados de la República. Estoy seguro que pasó por el Ideal Room, donde se tomó alguna que otra copa de aguardiente con su amiga la escritora y guionista Lillian Hellman, también en Valencia por la misma causa, tal y como cuenta esta última en sus memorias. En aquellos años de guerra todo el mundo se citaba en el Café Ideal Room.
Se habla mucho de intelectuales extranjeros que escribieron sobre la Guerra Civil, como George Orwell, John Dos Passos o Ernest Hemingway, incluso a más de uno se le divinifica, pero se guarda un silencio de tumba sobre las escritoras que hicieron exactamente lo mismo, como Dorothy Parker, Lillian Hellman o la misma Virginia Woolf. Incido en los archisabidos olvidos ideológico y sexista, que tanto monta monta tanto, y me rebelo contra ellos. En estas escritoras hay una parte importante de nuestra memoria que es necesario y urgente rescatar. Leedlas. Hablad de ellas. Así lucharemos contra el silencio sin memoria.
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