Mientras Obama cambia la paz por la guerra e intenta seguir a sus predecesores en la Casa Blanca en esto de "salvar" al planeta Tierra y a toda la galaxia; mientras los países de la UE reabren sus viejos problemas, morales y no morales, por apoyar o no a EE.UU. en dicha intervención, miles de civiles siguen muriendo en Siria. Un conflicto poliédrico y complejo que va más allá de la contienda civil, si es que podemos ser tan canallas de llegar a comprender una guerra. Los países occidentales hacemos la vista gorda -los orientales también- y miramos hacia otro lado o simplemente no miramos, lo que equivale a decir que trivializamos la vulneración de los acuerdos internacionales sobre el uso de armas químicas, entre otras cosas, como si fuera la nadería más tonta. ¡Qué ruines somos! No podemos quedarnos impávidos esperando los próximos cadáveres y permitir que se utilicen armas y gases de destrucción masiva contra la población civil. Ahora es Siria, pero mañana, o tal vez dentro de unas horas, puede ser España. Esto es tan nauseabundo que nos hace perder la dignidad, aunque en esto de banalizar el mal la sociedad está curada de espanto. Yo no los estoy y me sublevo.
Estos días he leído una serie de artículos relacionados con la Generación del 14 , cosas de los centenarios. Dicha generación se movió en un contexto histórico que podría guardar ciertas similitudes con el actual, no lo niego, pero hasta ahora, al menos que yo sepa y en nuestro país, no ha aparecido ningún Ortega y Gasset capaz de aplicar sus conocimientos filosóficos a la búsqueda de soluciones. La corrupción todo lo impregna, los políticos están desprestigiados, la falta de recursos, la pobreza, el desconcierto, el desánimo y el pesimismo de la población campan a sus anchas, mientras las actitudes populistas, xenófobas y fascistas proliferan. ¿Dónde están los intelectuales? ¿Dónde está el debate intelectual en la sociedad? ¿Dónde está la sociedad civil? ¿Dónde está el compromiso para cambiar las cosas? Voceros no faltan en los medios de comunicación y en las redes sociales, pero faltan los intelectuales. El concepto orteguiano del hombre masa está vigente y tardará en supera
Me parece increíble como estamos esperando la respuesta de una persona para atacar o no; para decidir si atacar hoy o mañana.Verdaderamente es triste pensar que algo tan espantoso como una guerra pase por alto sin sublevarnos. Cierto es Manolo, estoy de acuerdo. No es que ningún país debería no apoyar esta guerra, sino que todos los países deberían posicionarse en contra.
ResponderEliminarAyer estuve viendo con Andrés "La chaqueta metálica"....y ahora con lo de Siria otra vez lo mismo, y con tantas guerras que siguen habiendo por el mundo... esto es asqueroso, demasiada mediocridad en los que dirigen naciones, demasiado abuso de unos cuantos que controlan los mercados, demasiada laxitud en el ciudadano de a pie que les da igual "todo". Estoy convencida de que tanta abundancia de lo negativo es lo que no nos está dejando ver el potencial del se humano (uf, qué pretencioso),me explico: hay movimientos de ciudadanos que están por la paz y la sostenibilidad del planeta, intentando mantener el equilibrio con nuestro entorno natural, aquí os dejo algunos enlaces: www.attac.es , http://www.noticiaspositivas.net/ , http://slowfood.es/
ResponderEliminarSed muy felices y por favor, no dejéis de ir a las manifestaciones